Este monumento lo encontramos en la Glorieta de los Marineros Voluntarios. Sirvió para conmemorar el 450 aniversario en el que un 10 de Agosto de 1519, 250 hombres zarparan de Sevilla a bordo de cinco barcos, la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Santiago y la Victoria, capitaneado por Fernando de Magallanes y con idea de realizar la gran epopeya de dar la vuelta al mundo. Llegan de nuevo a Sevilla el 8 de Septiembre de 1522, con tan solo 18 hombres, una sola nave la Victoria y capitaneado por Juan Sebastián Elcano.
Para tal efemérides, el ayuntamiento de Sevilla en 1963 convoca un concurso público para erigir un monumento a Juan Sebastián Elcano.
El concurso lo gana D. Antonio Cano, escultor granadino y no es hasta 1969 cuando se aprobó el presupuesto para su ejecución de la obra y montaje en la ubicación actual.
Este monumento lo forman cuatro elementos, una estatua; un muro; una columna y una fuente.
La estatua de bronce representa al Almirante Juan Sebastián Elcano, responsable de la nao Victoria, con la que consiguió la hazaña de dar la vuelta al mundo. Lo vemos con la cabeza muy expresiva, pero pequeña, para dar grandiosidad a la figura, de constitución fuerte. Lleva en su mano derecha carta de navegación y alza el brazo izquierdo en señal de saludo.
A los pies vemos colocada una gaviota, ave marina que acompaña a todo navegante, también de bronce.
Detrás de la figura, hay un muro semicircular de 2,5 m de alto y 7 m de ancho, de piedra caliza y tallado en él la silueta de un mapa mundi. En la esquina superior derecha vemos el lema "Sevilla, Juan Sebastián Elcano"
A la derecha según vemos el monumento, se encuentra una columna de 12 m de alta y 2 m de ancha, tallada con relieves de de episodios históricos, donde se describen la historia del viaje.
En ella vemos cuatro tambores, cada tambor de 2 m de alto y 6 m de longitud perimetral, por lo que en cada división hay una superficie de 12 metros cuadrados. Y en cada tambor hay tallado diez figuras, por lo que en total se tallaron 40 figuras.
El primer nivel representa la partida de la expedición desde Sevilla. Vemos a personajes de todas las clases sociales despidiendo a la expedición. El autor realiza las caras de estos personajes tomadas de modelos reales, estando la suya, la de su hijo y las de otros personalidades de la vida sevillana.
El segundo nivel representa el contacto con los pueblos donde arriban.
En el tercer nivel está representada las las luchas con los pueblos nativos donde desembarcan. Podemos ver representada la escenificación de la muerte de Magallanes de manos de los indígenas.
En el cuarto nivel se ve representado la expedición ya de regreso a Sevilla y la visita a la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla, para dar gracias de su vuelta.
En el capitel vemos coronada una rosa de los vientos de bronce, que embellece el monumento y le da ese aire marinero que representa.
Todo el conjunto reposa dentro de un estanque rectangular rodeados de surtidores de agua, que representa el mar y sus movimientos.
