VISTA DEL PUENTE

sábado, 18 de diciembre de 2021

EL LEGADO DE MARTINEZ MONTAÑES: SAN CRISTOBAL


 El nombre de Cristóbal significa el portador de Cristo. Y la leyenda cuenta que ocurriría algo así:

Tras conocer Cristóbal a un ermitaño e instruirle en la fe cristiana, éste le preguntó que como podía servir a Cristo. El ermitaño le contestó, que debido a su tamaño y a su fuerza, una buena forma de servir a Cristo, sería el ayudando a todos cruzar el río.

Llevaba un tiempo en este servicio, le llega un niño y le pide que le cruce a la otra orilla. Cuando procedía a cruzar el río, se produjo una gran crecida del éste y el mismo niño le pareció tan pesado como el plomo, todo esto hizo que el llegar a la otra orilla le resultase muy dificultoso.

Llegados a la otra orilla, Cristóbal le dice al niño:" Tú me has puesto en peligro. No creo que el mundo entero no sea tan pesado en mis hombros como lo has sido tú"

El niño le contestó: Tú no solo has tenido al mundo entero en tus hombros, sino al hombre que lo creó. Yo soy Cristo, tu Rey, a quién has servido en este oficio" Posteriormente el niño desvaneció.

Pero este santo es tan enorme como falso. Fue creado en la Edad Media para conjurar uno de los mayores temores apocalípticos de la época: la muerte repentina sin confesión bien por una parada cardiaca o por otra circunstancia que le indujera a una muerte súbita. El antídoto y protector era San Cristóbal. Bastaba con mirar una imagen suya por la mañana, para estar protegido durante todo el día de peligros. Así lo hace constar nuestro rico refranero, con refranes como estos:
"Glorioso San Cristóbal viéndote a la mañana
sin mal, riéndonos, por la noche nos vamos a la cama"
"Si del gran San Cristóbal hemos visto el retrato
ese día la muerte no ha de darnos mal trato"

Al igual que en muchas iglesias de la época, las del Salvador tiene como uno de sus imágenes a San Cristóbal. 


Es el primer encargo documentado que se conoce de Martínez Montañés, realizado para la Hermandad de los guanteros y el contrato es firmado con fecha del 19 de Agosto de 1597 por cuatro feligreses del collado del Salvador y vecinos de la calle Franco: Lucas Chamorro, Gabriel Ramírez, Diego de Rivera y Luis Gómez. 

En el aparece que el coste de la escultura ascendería a 110 ducados, de los que 30 fueron subvención del Ayuntamiento. En el pliego de condiciones, también se contemplaba que se debería de realizar con madera de Pino de la Sierra de Segura, Jaén y que la talla fuera hueca, por dentro. Con ello se conseguiría un doble objetivo que fuera menos pesada para que pudiera salir en procesión y que no se abriese la madera con las humedades y altas temperaturas que sufre nuestra tierra. Un último requisito era que estuviera terminada de talla y pintura en mayo del 1598, cosa que cumpliría, ya que se estrenaría en la procesión del corpus de ese mismo año.


Es la talla de mayor proporción conocida de Martínez Montañés, mide 2,47 m. Es tallada en madera de pino y vemos a San Cristóbal en la mano izquierda portando al niño Jesús y en su mano derecha sujetando una palma florecida en plata.

Como hemos dicho anteriormente fue concebido para procesionar por las calles de Sevilla y lo hacía en dos ocasiones, en el Corpus que organizaba la Hermandad Sacramental del Salvador y el día de su festividad, el 10 de Julio. Esto sucede hasta el siglo XIX que desaparece la Hermandad propietaria de la talla, aunque años después en alguna ocasión fue sacada en procesión por el gremio de los transportistas, recordemos que es su patrón, en una furgoneta de la época.