VISTA DEL PUENTE

sábado, 22 de abril de 2023

LA LEYENDA DE LAS NARANJAS Y EL REY PEDRO I


Hoy os traigo al Alcázar de Sevilla, las imágenes que se ven en esta entrada corresponden con el Patio de las Doncellas. Y es ahí el escenario principal donde se desarrolla la siguiente leyenda que os cuento.

Necesitaba Pedro I nombrar al Escribano Mayor del Reino y como desconfiaba de quienes les rodeaba, decidió él personalmente encargarse de la elección del cargo.

Mandó a publicar un bando a todos los rincones de la ciudad donde apelaba a todos los aspirantes a presentarse en el Alcázar.

Se presentaron a la elección varios cientos de aspirantes, para la prueba mandó a poner naranjas en el estanque del Patio de las Doncellas y el sentado en el extremo contrario de donde entraban los candidatos los hizo pasar uno a uno.

Una vez entraban cada candidato, les decía lo mismo "Como podrás observar he ordenado a que pusieran en el estanque naranjas flotando. ¿Cuántas crees que hay?"

Cada uno daba la respuesta que consideraba y conforme respondían les ordenaba a desalojar el palacio.


 

Pasaba las horas, avanzaba el día y ninguno superaba la ingeniosa prueba.

Ya cuando el día llegaba a sus últimas horas, entró el último candidato y le formuló la misma pregunta que a los demás.

El hombre no respondió en seguida, si no que le lanzó una petición al rey. "Para dar mi respuesta, antes necesito que se me proporcione una vara o un palo"

El rey ordeno que satisfacieran su petición. El hombre removió todas las naranjas que había en el estanque y pudo comprobar que muchas de ellas estaban partidas por la mitad, cosa que al estar flotando no se observaba. Así pudo contarlas cuantas había y dar el número exacto.

Lleno de alegría Pedro I exclamó: Por fin alguien con sentido común! Pro fin tengo Escribano Mayor  del Reino.