VISTA DEL PUENTE

lunes, 12 de abril de 2021

PARQUE DE MARIA LUISA: LA GLORIETA DE OFELIA NIETO

Llega la primavera y uno de los rincones donde saborear a través de los sentidos, el aroma de la ciudad, su olor, su colorido, sus sonidos... en esta estación, lo podemos descubrir dando un paseo por el Parque de María Luisa.





El Parque de María Luisa, tal como lo conocemos hoy nace gracias a la donación de la Infanta María Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II, de lo que fue los jardines del Palacio de San Telmo lugar de la residencia de la infanta junto con su marido el duque de Montpensier y fruto del trabajo del arquitecto Aníbal González como director de la reforma llevada a cabo y del diseño del arquitecto paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier para la exposición iberoamericana del 1929, como así nos lo recuerda el monumento en su honor que podemos encontrar en el mismo parque.


Si estas paseando por el parque y recorres la Avenida de Pizarro de norte a sur, bien avanzado y a tu derecha. te encuentras con dos caminos paralelos limitados por altos setos de cipreses que conducen a esta glorieta.


El diseño se lo debemos al arquitecto Juan Talavera Heredia y en la que vemos sobre un fondo de setos de ciprés y abierta a la Avenida de Pizarro una pared blanca de la que sobresalen unos bancos, con forma semicircular, con dos cancelas y una hornacina en su parte central revestida de azulejos y donde podemos ver la representación de la soprano Ofelia Nieto.



La pintura es obra del pintor portuense Luis Miguel Sánchez Fernández y vemos a Ofelia Nieto aportando en su mano una rosa, flaqueada por dos figuras alegóricas que simbolizan el canto y la música. Se realizó en la fábrica de Montalván. 
  

Una fuente vemos delante de la pintura cerámica y en las paredes encaladas de blanco, unos azulejos donde aparecen los nombres de compositores famosos y obras musicales. Completa la glorieta dos caminos apergolados, uno por cada lado con bancos y plantas trepadoras


La glorieta de Ofelia Nieto fue inaugurada a las siete de la tarde del 30 de Junio de 1930. A la ocasión acudió el Federico García Sanchís literato y critico de arte, donde pronunció las siguientes palabras: "Así como en la glorieta de Becquer se podrían leer las obras de este poeta, en esta glorieta se pudieran escuchar su voz" 

Una ultima anécdota de la glorieta nos revela que según la tradición, toda señorita que lograse tocar la rosa sin caer en la fuente, lograría casarse en un año.

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