VISTA DEL PUENTE

domingo, 24 de abril de 2022

LAS COLUMNAS DE LA CALLE LA RÁBIDA

A poco que hayamos indagado en la historia de Sevilla, sabemos que son muchos los pueblos que durante años han habitado la ciudad (Romanos, Visigodos, Almohades, Judíos, Cristianos..). Son muchos los elementos heredados, además del carácter, costumbres y cultura, encontramos restos arquitectónicos, que hacen ecos del paso de las distintas civilizaciones y en muchas ocasiones como nuevo componente para otra construcción.

Muchas veces, los sevillanos de cuna no somos conocedores de estos elementos arquitectónicos que encontramos en la ciudad. Tal vez por estar tan acostumbrados de tenerlos entre nosotros y al verlos todos los días en nuestras calles, lo hemos hecho tan nuestro, que hemos perdido el interés de conocer sus orígenes.

Algo así debe de ocurrir con cuatro columnas que vemos en la calle La Rábida.


Estas columnas pertenecieron a la antigua Iglesia de Santa Cruz. Esta iglesia estuvo ubicada en lo que hoy conocemos como la Pza. de Santa Cruz. 

Cuando Fernando III toma la ciudad, se encuentra una serie de mezquitas que las convierte en Iglesias cristianas. 

Su hijo Alfonso X entrega a la comunidad Judía tres de estas antiguas mezquitas para convertirlas en sinagogas, entre ellas la que ocupaba la Pza. de Santa Cruz. Así pues, fue sinagoga desde 1252 hasta el 6 de Junio de 1391 cuando se produce una revuelta contra los judíos, acabando con la vida de esta zona de la ciudad. Después de este episodio, la sinagoga vuelve a convertirse en Iglesia para el culto Cristiano


Pero una nueva crónica histórica de la ciudad altera la fisonomía de la zona. La fechamos en 1812, cuando Sevilla se encontraba bajo la ocupación de los franceses y las autoridades que gobernaban la ciudad ordena el derribo definitivo de la Parroquia de Santa Cruz y a la reurbanización del lugar.

La parroquia estuvo itinerante en el Hospital de los Venerables Sacerdotes para finalizar en el lugar actual en la calle Mateos Gago.



Pues cuatro de estas columnas, de origen romano o visigodo y aprovechadas para construir las estructuras de lo que fue la mezquita, después sinagoga y por último iglesia cristiana han sobrevivido al tiempo y han terminado sujetando las rejas que rodean el Pabellón de Chile de la Exposición Iberoamericana del 1929. Por lo que probablemente estas columnas pueden presumir de haber sido testigos de la historia de nuestra ciudad, desde casi sus orígenes.