He tenido la suerte de poder visitar la torre de Don Fadrique. torre del Siglo XIII, considerada Bien de Interés Cultural y declarada Monumento histórico-artístico en 1931.
Fue mandada a construir por Don Fadrique infante de Castilla, hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el sabio en el año 1252.
Presenta una planta cuadrada de 5.40 m de lado y tres cuerpos y una azotea almenada. El primer cuerpo construido con sillares de piedra donde vemos unas sencillas saeteras. La segunda planta realizada con ladrillos y unos ventanales de estilo románicos y la tercera planta también de ladrillos y con ventanales góticos.
Cuenta una leyenda que Fernando III quedó viudo de Beatriz de Suabia, cuando contaba con casi 50 años de edad. Para estrechar las relaciones con Francia, se volvió a casa con Juana de Danmartin, hermana de la Reina de Francia. La diferencia de edad entre Fernando III y ella era de unos 30 años, ya que ella contaba con 17.
El rey Fernando emprendió las campañas de la reconquista de Córdoba y Sevilla, tras la cual se instalaron en el Alcázar de Sevilla. Cuatro años después fallece el rey, quedándose sola en Sevilla, sin mas compañía que sus doncellas.
Un día Don Fadrique, hijo de Fernando III y Beatriz de Suabia y por tanto hijastro de Juana de Danmartin, a pesar de su poca diferencia de edad, 27 y 25 años, visitó el Alcázar de Sevilla. Acudió a presentar sus respetos ante ella y desde entonces salieron juntos a cazar a orillas del Guadalquivir.
A la llegada del invierno resultaba difícil el cazar a orillas del río, por lo que D. Fadrique mandó a construir una torre para que la Reina viuda tuviera cerca un fuego donde calentarse. Aunque cuando le preguntaban decía que sería para la vigilancia de la ciudad antes incursiones musulmanas. La explicación no era convincente ya que la torre quedaba dentro de la muralla de la ciudad.
El rey Alfonso X para evitar murmuraciones de las cortes, decidió mandarla a Toledo, pero tanto la nobleza sevillana como el pueblo se alzaron en una guerra contra los amantes, ya que era inadmisible que una reina viuda se volviera a casar o que tuviera amantes secretos.
Desde entonces, cada vez que salían el infante y la reina viuda a pasear y se dirigían a la torre, las ventanas y puertas de la casas se cerraban antes de que los amantes llegaran a su altura. El 24 de Junio, santo de la reina, se enviaron desde el Alcázar mas de 200 invitaciones para su celebración, pero ni un solo invitado acudió al banquete. Fue entonces cuando la reina viuda decidió regresar a Francia.
La reina embarcó desde el embarcadero real rumbo a Francia y cuando surcaba el río camino del Atlántico, volvió la mirada hacia la torre con ojos llorosos y con un pañuelo en su mano hizo una señal hacia la torre. Allí se encontraba Don Fadrique que con su mano le dijo adiós.
Obligado por el Clero y la nobleza, Alfonso X el Sabio autorizó a que se abriera proceso contra su hermano. Don Fadrique el cual fue condenado a muerte por haber ofendido el decoro real a tener relaciones ilícitas con la viuda de Fernando III.
Se cumplió la condena, siendo ejecutado en Burgos. Desde entonces la torre no fue utilizada.
Lo cierto es que Don Fadrique fue condenado por su hermano Alfonso X, acusado de intrigar contra el soberano. Esa actitud de traición fue constante hasta que en 1277 el rey decidió no perdonarle. Toda estas traiciones podrían ser motivadas por el apoyo del infante en favor de su sobrino Sancho (a posteriori Sancho IV) para que fuera proclamado rey y él tutor de su sobrino, así controlar el poder.
La torre se entendería pues como una estructura militar, refugio que utilizaría tras las continuas disputas con su hermano el rey Alfonso X.
En 1289 Sancho IV le hace entrega a las monjas clarisas de la torre y de terrenos aledaños en la que construyen el convento de Santa Clara.
La torre se encuentra situada en medio de unos bonitos jardines construidos y diseñados por Juan Talavera Heredia en los años veinte del siglo pasado.
Puerta ojival acceso a la torre
En la sala inferior encontramos una sencilla bóveda con de crucería con dos arcos ojivales que se entrecruzan. También vemos detalle de la barandilla montada en los años 20 del siglo pasado y diseñada, al igual que el jardín por Juan Talavera Heredia.
Detalle de la bóveda de crucería y escalera de la segunda planta.
La ultima estancia, de gran belleza, podemos ver su bonita bóveda y sus ventanales
Curiosamente en los jardines donde se encuentra la torre, vemos una estatua de Fernando VII.
Quería agradecer a D. Antonio Muñoz, delegado de Habitat Ciudadana, Cultura y Turismo del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, a D. José María de Sousa Coordinador General del espacio Santa Clara y a D. Manuel Madrid, por haber hecho posible la visita a la torre y por tanto la difusión para el disfrute de todos, en este blog.