LA HACIENDA DEL ROSARIO

Hoy nos vamos a las periferias de la ciudad. Situada en unos terrenos llenos de historia, ya que no muy lejos iba el trazado de los Caños de Carmona, acueducto que transportaba el agua a la ciudad de Híspalis en época romana y de Isbilya en el periodo de ocupación almohade y junto al camino que hoy nos lleva a la localidad vecina de Alcalá de Guadaira, a la Barriada de Torreblanca y al Polígono Industrial El Chaparral. Es allí donde nos encontramos  los restos de la Hacienda del Rosario. Actualmente se encuentra integrada, esperemos que por mucho tiempo, en una nueva zona de expansión urbanística y en proceso del nacimiento de un nuevo barrio con la construcción de edificios.

Se trata de un edifico del S. XVIII, claro ejemplo de la arquitectura rural de uso agrícola y del que fue en su día propiedad de los marqueses de Pickman. Cuando perdió su funcionalidad agrícola y residencial, se utilizó como planta de procesado de áridos, para lo que sufre una transformación el edificio, derribando muros en su interior y modificándolo para acomodar las instalaciones al uso de máquinas pesadas. Fue por entonces cuando empieza su declive.

Aunque la anterior corporación municipal mostró interés para su conservación, llegando incluso a proponer que estuviera integrado en una zona verde, lo cierto es que en la actualidad se encuentra en un estado de ruina, quizás a la espera de su derribo. Otro tímido guiño de las administraciones para que no desaparezca es la inclusión  en la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía, aunque es cierto de que no disfruta de ninguna protección como Bien de Interés Cultural 

Lo mas destacable de lo que aun se encuentra en pie es su portada, coronada por una hornacina en la que cobijó la talla de una Virgen del Rosario, desaparecida y como remate unos pináculos facetados que se repiten a lo largo de toda la fachada.

Pero son dos los acontecimientos trágicos de la ciudad por lo que esta hacienda puede alardear de haber sido testigo. El primero fechado el 10 de octubre de 1904, fue en sus alrededores el sitio elegido para llevar a cabo el último duelo documentado en Sevilla. Para el segundo nos trasladamos a casi 116 años después, exactamente al 9 de Febrero del 2020 cuando murió un adolescente de 16 años tras acceder a su interior y caerle encima un muro que se derribó.

Pero eso son otras historias que ya os contaré otro día